Prelatura de Cafayate

Objetivo general

    Formar, asistir y acompañar a las familias, "comunidades salvadas y salvadoras", para ayudarlas a cumplir su vocación y su misión en la Iglesia y en el mundo.

    Dios ama al varón y a la mujer, creados por amor, a realizar su proyecto de amor en fidelidad hasta la muerte (SD n. 217). Tal es la vocación.

    Pero también les da la misión de formar una comunidad de personas, célula vital de la sociedad, en diálogo permanente con El, y servidora de la vida humana mediante la procreación y la defensa de la misma en todas, sus formas.

De la necesidad de cumplimiento de esa vocación y misión surgen los distintos y graduales objetivos específicos de la Pastoral Familiar.

Los movimientos y los servicios familiares

    Los movimientos y los servicios familiares han de aportar su experiencia y su carisma especialmente en la formación de agentes, integrándose con sus propios valores y estructuras en la Pastoral Familiar Diocesana, sin perder la identidad que le es propia y adhiriendo lealmente a las orientaciones del Obispo.

     “La Iglesia espera mucho de todos aquellos laicos que, con entusiasmo y eficacia evangélica, operan a través de los nuevos movimientos apostólicos, que han de estar coordinados en la pastoral de conjunto y que responden a la necesidad de una mayor presencia de la fe en a vida social (Juan Pablo II, Discurso inaugural, Conferencia de Santo Domingo, 27).

     Sin embargo ante los riesgos, que algunos movimientos y asociaciones corren, de cerrarse sobre si mismos, es particularmente urgente tener en cuenta los criterios de eclesialidad indicados en la exhortación postsinodal Christifideles laici n. 30.

- Cursillos de Cristiandad.
- Movimiento Familiar Cristiano.

- Liga de Madres.

- Grupo Tabor